Deja que te recorran y descubre todas y cada una de las semillas de placer que pueden sembrar en tu cuerpo
Cuando aquel paciente volvió a la consulta por última vez, llevaba la muñeca vendada, mas parecía un hombre más aliviado, verdaderamente efectuado, feliz de estar en el planeta, como si realmente hubiera visto las piedras que caen en Tandil. Sigue leyendo