Alguien dijo que lo que molestaba no era la lujuria que los cuadros pudiesen transmitir
En la antigua India, los hombres que retornaban de la batalla irían a los templos para sanar sus heridas psíquicas por las altas sacerdotisas del amor, por estas prostitutas sagradas o dakini, como se les llamaba. La sanación con amrita fue practicada por estas sacerdotisas. Sigue leyendo