Aquel maestro de Química fue uno de ellos
Colocados así (tal y como se observa en la imagen inferior), el hombre debe proceder a realizar la penetración. Esta, una vez efectuada, y debido a la posición adoptada por la mujer y a la estrechez que adopta su vagina, puede producir una gran fricción (y, por consiguiente, una gran placer) en el hombre. Sigue leyendo
