Yo asimismo me llamo Luna y deseo ser la reina de tus sueños más íntimos
Los denominados adeptos al amor (en realidad adeptos a la felilatilamina), que no deben ser confundidos con los adictos al sexo, suelen ser víctimas de un mecanismo tremendo de aclimatación por el que precisan siempre y en toda circunstancia más y más de lo mismo, consiguiendo cada vez menos efectos por exactamente el mismo proceso. Sigue leyendo